Más de 8 millones de personas de estados del sur de EE.UU. están este martes en alerta ante la inminente llegada de Gordon a la costa central del Golfo de México, donde podría impactar esta noche como huracán, lo que ha llevado a las autoridades de Misisipi y Luisiana a declarar el estado de emergencia.
Gordon, que es todavía una tormenta tropical, amenaza con convertirse en huracán en aguas del Golfo de México antes de tocar tierra en el centro-norte de la costa esta noche y en la madrugada del miércoles, probablemente en el valle inferior de Misisipi, indicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) en su boletín más reciente.
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Los expertos del NHC, con sede en Miami, advirtieron del peligro de inundaciones de hasta 1.5 metros por marejadas ciclónicas en algunas áreas costeras de Luisiana, Misisipi y Alabama, con crecidas de hasta 61 centímetros desde la desembocadura del río Misisipi a la frontera de Luisiana con Texas.
Esta situación, en una región con zonas de escasa altitud sobre el nivel del mar, puede generar graves inundaciones, aunque los meteorólogos aseguraron que dependerá de la hora en la que se produzca la marejada ciclónica y su coincidencia con el ciclo de la marea.
A ello hay que sumar que se estima que Gordon puede producir acumulaciones totales de lluvia de entre 10 y 20 centímetros sobre el Panhandle occidental de Florida, el suroeste de Alabama, el sur y centro de Misisipi, el sureste y noreste de Luisiana y el sur de Arkansas.
Tras haber cruzado con lluvias este lunes los Cayos de Florida y el sur de este estado, Gordon avanza hacia el noroeste y se encuentra 235 kilómetros al este-sureste de la desembocadura del río Misisipi. El sistema arrastra vientos máximos sostenidos de 100 km/h, pero el NHC vaticina que alcanzará la intensidad de huracán de categoría 1 (119 kilómetros por hora) antes de tocar tierra esta noche en el centro-norte de la costa del Golfo.
Gobernadores de tres estados han declarado el estado de emergencia
Numerosos colegios situados en las zonas más expuestas de Alabama, Luisiana, Misisipi y el Panhandle de Florida decidieron suspender las clases. Los gobernadores de Misisipi y Luisiana, Phil Bryante y John Bel Edwards, respectivamente, han declarado el estado de emergencia, y en el segundo estado se ha movilizado a la Guardia Nacional. Por su parte, la alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, ha emitido una orden de evacuación voluntaria en las áreas expuestas a la subida del nivel del mar.
En anticipación a la llegada de Gordon, la Autoridad para la Protección contra Inundaciones del Este (FPA) ha cerrado 38 compuertas, 13 válvulas y puertas de hormigón del lago Borgne, cerca de Nueva Orleans. En Misisipi, las autoridades ordenaron evacuar las embarcaciones y barcos atracados en los puertos de Biloxi y Gulfport, ante la formación de posibles marejadas peligrosas en la zona.
Se calcula que cerca de 1.7 millones de personas se encuentran bajo aviso de huracán y otras 6.5 millones afectadas por una vigilancia de tormenta en los estados bajo alerta. Además, líneas aéreas como Delta, Southwest y Frontier advirtieron ya de posibles retrasos y cancelaciones de vuelos en los aeropuertos cercanos a la costa del Golfo a causa de la tormenta. La previsión de los meteorólogos es que Gordon se mueva rápidamente hacia el interior del país, donde se espera una acelerada degradación.
La gente apilaba bolsas de arena fuera de sus casas y negocios el martes, los botes y otras embarcaciones buscaban zonas seguras y los automovilistas abandonaban las islas, anticipando el arribo de la tormenta tropical Gordon, que seguía ganando fuerza y cuyo ojo podría tocar tierra por la noche en Mississippi como huracán de categoría 1. Muchas escuelas suspendieron las clases y en todas las playas ondeaban las banderas rojas a medida que creía el oleaje.
Gulfport, en la costa del Golfo de México, estaba prácticamente en el centro de una advertencia por huracán que abarca las costas de Mississippi y Alabama. El Centro Nacional de Huracanes pronosticó una marejada "peligrosa" de 0.9 a 1.5 metros (tres a cinco pies).
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Florence se convirtió este martes en el tercer huracán de la temporada del Atlántico al subir la fuerza de sus vientos máximos sostenidos a 75 millas por hora (120 km/h.), pero no representa de momento riesgo para zonas pobladas, informó el Centro Nacional de huracanes (NHC, por su sigla en ingles) de EE.UU.
El NHC, con sede en Miami, detalló que Florence se desplaza en dirección oeste-noroeste y se encuentra a 1,240 millas (2,000 kilómetros) al oeste-noroeste de las islas de Cabo Verde (África) y la 1.270 millas (2.045 kilómetros) al este-noreste de las Antillas Menores. El sistema se desplaza hacia el oeste-noroeste con una velocidad de traslación de 12 millas por hora (19 km/h.).